Una fragancia fresca, amaderada y heroica, en donde la vibración toma forma de músculo. En Invictus da cuerpo a dos fuerzas que colisionan: la frescura penetrante y la sensualidad animal. La brisa marina domina y el pomelo estalla. El aroma a madera domina encendido, junto al perfume del magnetismo del pachuli, la sensualidad del guayaco y del ámbar gris. La victoria es doble.